Mientras en La Habana las seis Damas de Blanco que pudieron llegar a la iglesia Santa Rita de Casia, en la Quinta Avenida de Miramar, eran acosadas por turbas castristas que las torturaron durante siete horas con gritos, obsenidades y toque de gangarrias, el gobernador de Puerto Rico Luis Fortuño, junto a un nutrido grupo de exiliados cubanos realizaban el domingo una misa en solidaridad con la Damas de Blanco de Cuba.
Los asistentes, todos vestidos de blanco, en honor a las Damas de Blanco y la disidencia pacífica en Cuba tuvieron como temas principales la solidaridad de los puertorriqueños con los cubanos.
De izquierda a derecha, Lic. Luis Fortuño, Gobernador de Puerto Rico, R. Michael Acevedo, Presidente de Circulo Cubano de Puerto Rico. Lic Marcos Rodríguez Ema, Secretario de la Gobernación.
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